Esta mañana hemos descansado un poco de procesiones para hacer nuestra particular estación de penitencia, hemos subido hasta el Castillo de Olías una antigua fortaleza árabe casi inexpugnable en el corazón de la Sierra de Oria. La subida la hacemos como siempre buscando las curvas de nivel desde la Balsa del Tío Ratón. Hoy me acompañan Paqui y Pedro, que nunca antes habían subido hasta aquí, por el camino hemos encontrado un habitante inusual de estas altitudes, una gran tortuga mora que vaga por esta sierra, así que cuando vayáis a visitar este lugar tener cuidado de no pisarla.
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